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| Foto: Nota necrológica |
El 4 de marzo de 1978, el Diario de Yucatán publicó la siguiente nota necrológica:
Dejó de existir hoy el Licdo. D. Joaquín Acevedo Ruiz del Hoyo
Con la natural pesadumbre por nuestra afinidad espiritual y porque siempre fue -desde hace largos años y en todo momento- quien atendió con talento, afecto y dedicación singulares todas nuestras cuestiones legales y controversias jurídicas; por el lugar prominente que ocupó en la sociedad y en el Foro yucatecos y en la defensa de nuestra religión católica y asesoramiento profesional del Arzobispado, especialmente desde el gobierno del inolvidable Sr. Dr. D. Fernando Ruiz Solórzano, comunicamos el fallecimiento del Sr. Lic. D. Joaquín Acevedo Ruiz del Hoyo.
Rodeado de su esposa Da. Gila Menéndez Romero y de sus hijos Licdos. Joaquín y Javier, Sras. Gila María de Padilla, Marisa de Tenreiro, Lucía y Josefina de Rivas y Srita. Malena, el Lic. Acevedo entregó su alma al creador hoy a las 0:05 horas, a la edad de 65 años, asistido espiritualmente por el Excmo. Sr. Arzobispo Dr. D. Manuel Castro Ruiz, quien poco después, a la 1:30, se dignó rezar un responso y oficiar una misa de cuerpo presente.
Desde fines de 1977 había caído delicadamente enfermo de la dolencia que lo llevó a la tumba: en la ciudad de México se le sometió en diciembre a una intervención quirúrgica de urgencia y de regreso en Mérida, a mediados de enero último, se recluyó en su domicilio [se omite], donde expiró.
El sepelio ha sido dispuesto para hoy a las 4 de la tarde. Antes, a las 3, el Excmo. Sr. Arzobispo se dignará oficiar otra misa de cuerpo presente. La inhumación será en el Panteón Florido.
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Hijo de los esposos D. Joaquín Acevedo Arjona y Da. Celia Ruiz del Hoyo López, Huacho -como le llamábamos familiarmente- se graduó de abogado el 26 de julio de 1935. Había sido siempre, desde que comenzó la carrera, pasante en el bufete de los Sres. Licdos. D. Rafael Mediz Bolio y D. Alfredo Castillo Vales, de grata memoria; y graduado ya continuó trabajando, como adscrito, en el mismo bufete, justamente acreditado por la capacidad jurídica y la honorabilidad de sus fundadores, hasta que abrió en 1942 su propio despacho, hoy Acevedo, S.C.P.
Desde entonces, navegando en su propia nave, con los conocimientos teóricos y la práctica adquirida en aquel despacho y atendiendo en tribunales los negocios encomendados a su diligencia, pronto el Lic. Acevedo se hizo de nombradía y, en carrera ascendente, en el transcurso de los años llegó a ocupar -como arriba decimos- un lugar de honor en el Foro, por su claro talento, su entereza y honestidad en la atención de los asuntos mercantiles y litigiosos confiados a su competencia y rectitud.
Consejero y abogado consultor de la compañía editora de este DIARIO desde los años azarosos y conflictivos de 1950 hasta su muerte, el Lic. Acevedo lo fue también de Productos de Harina, S.A. (Fábrica de Galletas y Pastas Alimenticias "Dondé"), Banco Comercial Peninsular, S.A., Agencias Mercantiles, S.A., Compañía Peninsular de Autos, S.A., Distribuidora Itzimná, S.A., Productos Mitza, S.A., Embotelladora Peninsular, S.A. y de otras empresas, a las que -como a todos los clientes de su despacho- dedicó siempre su capacidad jurídica y su integridad moral.
Colaborador de la tercera plana del DIARIO, el extinto abogado firmó sus artículos con el seudónimo de Santos Luzardo.
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Al consignar tan lamentable pérdida nos asociamos cordialmente a la pena que embarga a su señora esposa e hijos, hijos políticos Alejandrina Vales Duarte, María Eugenia Macari Casares, Lic. Jorge Padilla Valdés Infante, Lic. Jorge Tenreiro Rivero y Lic. Pedro Rivas Gutiérrez; hermanas Celia de Medina, Asunción de Martínez y María Cristina de Denis; hermanos políticos Miguel Medina Alonzo, Lic. en Farmacia Pedro Martínez Campos, Simón Denis Buendía, Dolores Cámara Maldonado viuda de Acevedo y hermanos Menéndez-Romero; y nietos Padilla-Acevedo, Acevedo-Vales, Lores-Acevedo, Rivas-Acevedo y Acevedo-Macari.
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